La fotografía no fue mi primer impulso. Las aficiones que exigen rigor a menudo maduran con lentitud, y mi encuentro con la cámara llegó así: en su momento justo.
Como muchos, vivo el día a día, pero mantengo intacta la inquietud de seguir buscando. Es algo que no me permitiría dejar.
Pasados los 40, la cámara se ha vuelto una compañera en esa búsqueda. En ella encuentro una forma de explorar el carácter, la atmósfera y la belleza. Como el kalku, busco entre la luz y la oscuridad el lugar exacto para revelar una fotografía.
Este sitio es un registro de esos hallazgos. Una bitácora de los momentos, rostros y paisajes que he encontrado.
Si mi forma de mirar resuena contigo y quieres agendar una sesión, o si te interesa adquirir alguna de estas piezas, te invito a contactarme.
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@_kalku
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